martes, 13 de febrero de 2018

¡Celebrando el Día Mundial de la Radio!


Siempre fui de tele, pero cuando descubrí la radio no pude soltarme de su mano. Es un medio mágico. Por su cercanía, la ausencia de artificios, una capacidad increíble por hacer enorme lo pequeño. No imaginamos nuestras vidas sin su día a día de informaciones, canciones, locutores, anuncios... Profesionalmente he tenido varias oportunidades de ponerme ante el micrófono, aunque guardo especial cariño a los años que compartí con el gran Hugo Lebaniegos. Entrar a su estudio de Onda Cero era asegurarse un momento divertido y cómplice. Colaboré con diferentes secciones, siempre con el entretenimiento por bandera. Entrevistamos a mucha gente interesante, compartí noticias locas, latidos del corazón y demás, pero siempre me quedaré con su cercanía. Un gran comunicador que ante sus oyentes se crecía sin remedio. ¡Enorme! ¡Gracias por tanto, maestro! Aprendí mucho a su lado y echo de menos escuchar su voz al otro lado. El de todos. El de las ondas. 

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